Líderes religiosos se reúnen en Ginebra para discutir sobre fe y protección de los refugiados
GINEBRA, 12 de diciembre (ACNUR) - Alrededor de 400 personas, incluyendo líderes religiosos y expertos en fe, se reunieron en Ginebra el miércoles para discutir cómo los valores de diferentes religiones del mundo apoyan la protección de refugiados y la acción humanitaria para millones de personas desplazadas forzosamente y apátridas.
El Alto Comisionado para los Refugiados, António Guterres, señaló al abrir los Diálogos sobre los Desafíos de la Protección 2012, un encuentro informal de dos días, que las principales religiones “comparten la noción del extranjero al que se le debe dar protección”.
Aunque el ACNUR no es una organización de inspiración religiosa, dijo: “Cuando llegué aquí [en 2005], no tardé en descubrir en su trabajo los mismos principios que se consagran en mis propias creencias. También me di cuenta que los valores relativos al cuidado de las personas en necesidad son igualmente compartidos por todas las religiones más importantes. Esto es de importancia fundamental para la protección de los refugiados”.
El Alto Comisionado, dirigiéndose a los diplomáticos, trabajadores del ACNUR y trabajadores humanitarios, así como a los líderes religiosos, expertos en fe y personas que trabajan para las organizaciones religiosas presentes, dijo que el tema de los Diálogos de este año, “Fe y Protección”, fue inspirado en parte por los debates de las consultas anuales entre el ACNUR y las ONG socias.
Las ONG animaron al ACNUR a examinar el papel que juega la fe en el trabajo de protección y las formas en que un compromiso más estratégico de las organizaciones religiosas y las comunidades religiosas podría contribuir a mejorar la protección de las personas de interés del ACNUR.
Varios expertos de organizaciones religiosas ayudaron a preparar el trabajo preliminar para el encuentro de esta semana en Ginebra. En colaboración con el ACNUR, el documento de antecedentes que establece los principios y directrices para la discusión fue preparado por un grupo que incluye a Atallah Fitzgibbon de Socorro Islámico, Helen Stawski de la Iglesia Anglicana, y Ralston Deffenbaugh de la Federación Luterana Mundial.
“Nuestros puntos principales son que las iglesias, por su naturaleza de estar integradas en las comunidades, a menudo están en la primera línea de atención de desastres, pero también en situaciones que se alargan en el tiempo, y nuestro trabajo es tratar de ayudar a esas iglesias a responder de la mejor manera que puedan”, señaló al ACNUR Stawski, que trabaja como subsecretaria de Desarrollo Internacional del Arzobispado de Canterbury.
Ella describió los Diálogos de este año como un “punto de inflexión”, y añadió que “siempre que nos involucramos en cuestiones de fe no deja de ser controvertido, pero creo que es un paso muy valiente y un movimiento muy bienvenido”.
Deffenbaugh, que es asistente del secretario general para asuntos internacionales y derechos humanos de la Iglesia Luterana Mundial, dio la bienvenida al tema de este año y dijo que muchos de los conflictos actuales tenían una faceta religiosa, señalando que en algunos casos militantes de diferentes religiones persiguen o agreden físicamente a los de otras religiones.
“Estamos encantados de que el Alto Comisionado haya decidido utilizar su poder de convocatoria, su autoridad moral global, para tratar de reunir a los líderes religiosos para que haya una plataforma donde los líderes religiosos puedan tratar de compartir esa compasión común, esa humanidad común, y espero que comience un tipo de diálogo durante muchos años que reforzará eso y ampliará el espacio humanitario”, dijo Deffenbaugh.
Guterres, por su parte, señaló que los principios del derecho moderno de los refugiados tienen sus raíces en los textos y tradiciones antiguos griegos, judíos, cristianos, islámicos, hindúes y budistas, y agregó que todos los sistemas de valores religiosos más importantes abarcan la humanidad, el cuidado y el respeto, así como la tradición de conceder protección a las personas en peligro.
Él dijo que era vital que la libertad religiosa de todos los refugiados sea garantizada por los países que los reciben y por los organismos humanitarios que les asisten. La fe es fundamental para ayudar a las personas más desplazadas a hacer frente a sus traumas, agregó, al proporcionar una forma de apoyo personal y colectivo entre las víctimas que es un elemento importante de protección.
El ACNUR ha estado trabajando desde hace décadas con organizaciones religiosas, pero Guterres dijo que existen desafíos. Entre ellos trabajar en escenarios humanitarios multireligiosos donde las comunidades desplazadas pertenecen a diferentes grupos religiosos. “Es fundamental que las asociaciones respeten los principios básicos de la acción humanitaria - imparcialidad y no discriminación, igualdad y protección contra cualquier tipo de condicionamiento”, dijo Guterres.
Las esperanzas son que el Diálogo de este año, el quinto de una serie que comenzó en 2007 y que fue reemplazado el año pasado por la Conferencia Ministerial, impulsará modelos innovadores de colaboración y alianzas piloto, así como que conducirá a investigar, ayudando tanto a organizaciones seculares como religiosas a aprender lo que funciona y lo que no.
Gracias al voluntario de UNV Online José Carlos López por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.