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Solicitantes de asilo y comunidad de acogida construyen amistades en Madrid

Un programa lanzado hace dos años que busca vincular a residentes de Madrid con refugiados y solicitantes de asilo, está ahora abarrotado de voluntarios.

MADRID, España, 14 de junio de 2017 (ACNUR) - Nelly Ricaute, una granjera desplazada de Colombia, observa el famoso cuadro Guernica, que plasma criaturas y animales aterrorizados durante el  bombardeo aéreo que sufrió la ciudad española con el mismo nombre, hace 80 años.

Nelly, obligada a huir de su granja familiar con amenazas de disparos, y habiendo sido testigo de bombardeos y tiroteos, sintió de inmediato una conexión.

“En estas figuras se refleja... lo que uno ha vivido en carne propia”, susurró en la galería. “Hasta los mismo animales expresan el dolor del instante”, añadió.

Nelly, su esposo José y dos de sus hijos están visitando el Museo Reina Sofía, junto con José María Zamarrón, voluntario de un proyecto que ayuda a refugiados y solicitantes de asilo a conectarse con sus nuevas vidas en España.

Establecido hace dos años por la ONG española Rescate, el programa Befriend ha emparejado hasta el momento, a 23 recién llegados como la familia Ricaute de países tan lejanos como Colombia, Camerún y Pakistán, con una red de 60 residentes de Madrid, como José María.

“España ha producido grandes cantidades de refugiados en otras épocas, y en América Latina nos han recibido con los brazos abiertos. Y lo correcto, como seres humanos, es que nos ayudemos los unos a los otros”.

“Y lo correcto, como seres humanos, es que nos ayudemos los unos a los otros”.

Además de acompañar a la familia a ver una de las mayores obras de arte de España en su 80 aniversario, los ha llevado al resort de ski Navacerrada, para su primera experiencia en la nieve, y les ayuda con tareas prácticas como llenar complejos formularios o aplicar a ciertos cursos.

“Es fundamental”, dijo José Ricaute sobre la ayuda que recibe su familia de José María y de su segundo mentor, Ricardo. “Ellos nos acompañan… ellos nos dicen dónde ir... y... la guía que ellos nos dan es muy importante”.

El proyecto de Rescate está apoyado por el ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y su asociación nacional, España con ACNUR, la cual recibe donaciones mensuales de más de 425.000 personas para apoyar los programas del ANCUR en todo el mundo. En conjunto, ellos emparejan a los refugiados o solicitantes de asilo referidos por trabajadores sociales con dos o hasta cuatro mentores voluntarios, tomados de la lista de colaboradores del ACNUR. 

Entre quienes han sido emparejados está Ismael, de 25 años, quien huyó de las amenazas de reclutamiento forzado o muerte a manos de las milicias de Boko Haram en su hogar en el norte de Camerún.

“Cuando recién llegué…estaba solo…pensaba demasiado, no tenía auto confianza”, dijo, recordando sus desolados primeros días en Madrid, cuando no podía hablar español y “no tenía a nadie, ni familia ni amigos”.

Cuando se le refirió a Rescate, se le puso en contacto con un consejero de inversión bancaria, Gonzalo Fuertes y con Javier López, un estudiante, con quienes ahora se reúne regularmente para salir a tomar algo, ir a conciertos, al cine o para partidos de futbol. Un tercer mentor, Jesús, se mudó de Madrid, pero continúan en contacto a través de un grupo de WhatsApp que llamaron “amiguetes”.

“Todos los días agradezco a Dios por mis amigos españoles y la asociación”.

“La idea era ayudar a Ismael a tener contactos, que aprendiera nuevas cosas y que aprendiera a hablar español”, dijo Gonzalo, mientras disfrutaba una bebida y un plato de patatas bravas, en un bar en los suburbios de Madrid. “Nos llevamos muy bien, conversamos, nos tomamos algunas cervezas. Ismael se convirtió en uno más del grupo”.

Gonzalo y su esposa están esperando a su primera hija en un par de semanas, y él tiene en mente un nuevo rol para Ismael: niñero. “¿Vendrás a cuidarla?”, le pregunta. Ismael sonríe. “¡Por mí está muy bien!”

“Todos los días agradezco a Dios por mis amigos españoles y la asociación (Rescate)”, dijo. “Me dieron mucho para seguir adelante”.

Ismael Ali (C) se reúne con sus dos mentores españoles Gonzalo Fuertes (i) y Javier López en un restaurante de Madrid. © ACNUR / Susan Hopp

Esta semana, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, hizo eco de estas palabras. Al hablar en la conferencia sobre acogida y recepción de refugiados en Madrid, él agradeció a los españoles por su “admirable compromiso” de recibir e integrar a refugiados dentro de sus propias comunidades.

“Junto con los propios refugiados, ellos hacen una diferencia entre la inclusión y la marginación, la independencia y la dependencia, reconstruir una vida y continuar en una situación de pérdida y desesperanza”, dijo Grandi.

La apertura a ayudar a los refugiados se desprende de la propia experiencia de España de conflicto y desplazamiento de la guerra civil de 1936 a 1939, dicen algunos de los mentores. Otros atribuyen esta apertura a las raíces católicas, judías y musulmanas, lo que contribuye a que haya un profundo sentido de tolerancia cultural.

Como una señal del fuerte apoyo para los refugiados en España, el programa Befriend de Rescate se ha llenado de solicitudes de personas que quieren se mentores, con 230 expresiones de interés, de las cuales se han seleccionado 90.

“La acogida ha sido tremenda”, dijo Mayra García, trabajadora social de Rescate, a quien le gustaría expandir el proyecto a otras ciudades en España si contaran con los fondos. “Hay una larga lista de espera, porque el proyecto no tiene la capacidad de responderle a todas las personas”.

“La acogida ha sido tremenda. Hay una larga lista de espera”.

La cálida y simple humanidad que crea es también valiosa para Hussain*, un periodista que huyó de las amenazas de muerte de las milicias en su nativa Pakistán hace tres años, y se mudó a un suburbio de Madrid con su esposa y sus cuatro jóvenes hijos.

“Cuando llegamos estábamos completamente solos”, dijo él. “Ni siquiera sabía decir hola”, aunque eso ya está cambiando.

El timbre suena y su mentora, Jimena Castaño, entra. Ella da abrazos y besos a toda la familia, y habla en español, que ahora Hussain habla con facilidad.

Tener una nueva amiga trae charlas y risas al pequeño apartamento, y ayuda a Hussain a llenar un vacío, ya que para él, perder su prestigioso empleo, su hogar y parte de su familia en Pakistán ha sido muy difícil.

“Befriending es un buen proyecto…Muchas veces ellos han venido a mi casa para cenar con nosotros, y también nos han invitado a visitar los lugares más hermosos en Madrid”, dijo él.

Para Jimena, quien trabaja como asistente personal, conocer a Hussain y a su familia le ha ayudado a “crecer como persona”, dijo ella.

“Hacer esta clase de cosas, te saca de las pequeñas cosas, de lo diario, y te da un impulso. Me ha dado mucho”.

*Los nombres fueron cambiados por razones de protección.

Por Tim Gaynor, en Madrid, España.