La historia de Awad, Sudán del Sur
Durante 15 agotadores días, cargó sobre su espalda a su anciana madre y a su hija Zainab. ACNUR/ B.Sokol/ 2012
Cuando comenzaron los enfrentamientos en el estado de Nilo Azul, en Sudán, en septiembre del año pasado, la familia de Dawa Musa, de 80 años, decidió huir.
Dawa estaba demasiado débil para efectuar la caminata de dos días de duración de su pueblo, Kormaganza, a la más segura aldea de Mafot, por lo que su hijo, Awad Kutuk Tungud, la escondió entre los arbustos donde permaneció tres días mientras su hijo llevaba a su mujer Alahia y sus nueve hijos a un lugar seguro. Awad regresó a buscar a su madre y la transportó a Mafot, donde la familia estuvo relativamente segura por varios meses, hasta que la artillería comenzó a bombardear la aldea.
Awad volvió a huir con su familia, está vez cruzando la frontera con Sudán del Sur. Durante 15 agotadores días cargó sobre su espalda a su anciana madre y a su hija Zainab, hasta que alcanzaron el puesto fronterizo de Al Fudj en febrero. El ACNUR trasladó a la familia al campamento de refugiados de Jamam en el estado de Alto Nilo, Sudán del Sur. Allí permanecieron seguros por siete meses hasta que las fuertes lluvias estacionales causaron inundaciones, dificultando la capacidad del ACNUR para proveer de agua potable el campamento e incrementando la amenaza de enfermedades altamente contagiosas transmitidas por el agua.
ACNUR estableció un nuevo campamento en Gendrassa, ubicado a 55 kilómetros de Jamam –donde ya estaban viviendo unas 56.000 personas-, en terrenos más altos, y comenzó la reubicación de los refugiados al nuevo campamento. Entre las personas trasladadas se encontraban Awad y su familia. Awad cargó a su madre una vez más, pero ésta vez a su nueva carpa en el campamento de Gendrassa.
Awad planea comenzar a cultivar. “Regrese en tres meses” dijo “y aquí habrá maíz creciendo”.
