60.000 personas huyen de Sudán del Sur a países vecinos por la reciente violencia
GINEBRA, Suiza, 2 de agosto de 2016 (ACNUR) - La llegada de refugiados de Sudán del Sur hacia Uganda se ha duplicado en los últimos diez días, elevando a más de 52.000 el número de personas que han entrado en el país desde que la violencia escalara hace tres semanas. Por su parte, Kenia ha informado de la llegada de 1.000 refugiados en este mismo periodo, mientras que 7.000 personas han huido a Sudán.
En total, 60.000 personas han huido del país desde que la violencia estallara en Yuba el mes pasado, con lo que el número total de refugiados sursudaneses en países vecinos desde diciembre de 2013 asciende a casi 900.000.
Los refugiados dan cuenta de informaciones inquietantes sobre grupos armados que operan en las carreteras que llevan hacia Uganda, impidiendo a la gente huir de Sudán del Sur. Los recién llegados desde Yei dicen que recibieron cartas advirtiéndoles de que evacuaran la ciudad para anticiparse al conflicto entre fuerzas rebeldes y del gobierno. Los refugiados también han reportado que grupos armados que operan en distintas partes de Sudán del Sur están saqueando pueblos, asesinando a civiles y reclutando de manera forzosa a jóvenes y niños.
Más del 85 por ciento de los refugiados que llegan a Uganda son mujeres y niños menores de dieciocho años. Muchos de los niños han perdido a uno o a ambos progenitores. La mayoría proceden de Ecuatoria Oriental, aunque también hay pequeños grupos que vienen de la capital Yuba y del estado de Alto Nilo. Muchos aprovecharon la oportunidad de huir con los convoyes militares ugandeses que evacuaban a sus nacionales.
La mejora de las condiciones y el aumento de la capacidad en los centros de recepción ya existentes en Uganda son prioritarios. Los centros de recogida en las zonas fronterizas se han descongestionado de manera significativa, aunque los centros de tránsito y los centros de recepción siguen al límite de sus capacidades. Se está trabajando para abrir cuanto antes un nuevo asentamiento con capacidad para 100.000 personas en el distrito de Yumbe.
Tanto Kenia como Uganda informan de un alza en los casos de desnutrición severa, particularmente en niños de muy corta edad. Por ello, los menores afectados son tratados en el marco de los programas contra la desnutrición, para que así recuperen la salud.
En Sudán del Sur, donde las agencias humanitarias están preocupadas por la imposibilidad de proporcionar ayuda urgente a las poblaciones más necesitadas, el colapso generalizado en la protección de civiles afecta también a muchos de los 250.000 refugiados, mayoritariamente de Sudán, Etiopia y RDC. Desde el estallido de la violencia en Yuba, el acceso de ACNUR a los 2.000 refugiados etíopes que viven en el campamento de Gorom, cerca de la capital, se ha visto severamente restringido debido a la inseguridad de las carreteras y a la militarización del área que lo rodea, lo que deja a estas personas en situación de vulnerabilidad extrema. Los refugiados informan de movimientos de soldados en su interior, de tiroteos esporádicos y de que el campamento se encuentra rodeado de instalaciones militares.
En los campamentos de refugiados de Maban, en el estado de Alto Nilo, tres unidades del sistema público de asistencia sanitaria han quedado inutilizadas de forma temporal después de que el personal técnico quedase varado en Yuba. No obstante, los refugiados fueron atendidos en otras instalaciones médicas situadas en dichos campos.
ACNUR recuerda a todas las partes implicadas en el conflicto en Sudán del Sur el derecho humano fundamental a solicitar asilo y les urge a garantizar el acceso sin trabas a lugares seguro para todos los civiles, en un momento en el que el número de refugiados alcanza cotas preocupantes.
Con más de 2,6 millones de sus ciudadanos desplazados forzosamente, el país más joven del mundo se encuentra actualmente entre las naciones con mayores niveles de población desplazada por conflictos. La mitad de la población depende de la ayuda humanitaria.