soy un ser humano normal y corriente.
Aunque no tenga nacionalidad,
“Me siento como un pez atrapado en un estanque cuadrado. Quiero ser como un bonito pájaro que pueda volar por el cielo y avanzar libremente en cualquier dirección”.
A sus 18 años, Artee Ma-Yer es una estudiante de 18 años del norte de Tailandia que quiere dar a conocer y preservar la cultura tailandesa. Para ello, quiere ser profesora de baile. Sin embargo, puede que sus sueños no se hagan realidad porque es apátrida, al igual que otro medio millón de personas que viven en Tailandia.
Artee cree que no tiene nacionalidad porque sus padres eran analfabetos y nunca llegaron a registrar su nacimiento ante las autoridades tailandesas.
ACNUR trabaja con el Gobierno de Tailandia para garantizar que, en el futuro, personas como Artee puedan recibir la nacionalidad tailandesa.
Por favor, firma nuestra Carta Abierta para poner fin a la apatridia y que todas las personas puedan decir #YoPertenezco(#IBelong).