CIDH presenta informe sobre violencia, niñez y crimen organizado
Fuente: Comisión Interamericana de Derechos Humanos |
País: República DominicanaPanamáNicaraguaMéxicoJamaicaHondurasHaitíGuatemalaEl SalvadorEcuadorCubaCosta RicaColombiaVenezuela
Tema(s): Grupos armados ilegales. Niños. Niños y niñas. Reclutamiento forzado. Tráfico y trata de personas. Triángulo Norte de Centroamérica. Tipo de Documento: Informe especial sobre temas
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presenta un informe regional sobre la violencia y otras vulneraciones a derechos de las que son víctimas las niñas, niños y adolescentes en contextos en los cuales opera el crimen organizado y grupos violentos o dedicados a actividades delictivas. El informe identifica los principales factores que inciden en que esta sea la región con los mayores índices de violencia en el mundo y se centra, fundamentalmente, en analizar el modo en cómo las niñas, niños y adolescentes se ven afectados por diversas formas de violencia en sus comunidades, en particular por actos procedente de personas vinculadas a grupos delictivos aunque también por acciones de agentes del Estado.
Las condiciones de inseguridad y la violencia son importantes factores de preocupación en la región que conllevan graves vulneraciones a los derechos humanos de las personas. La opinión pública con frecuencia asocia estos contextos con los adolescentes, a quienes responsabiliza en gran medida por el clima de inseguridad que se vive en muchas comunidades. La atención se centra especialmente en los adolescentes varones de los barrios pobres y periféricos, que pertenecen a grupos tradicionalmente excluidos y discriminados, quienes cotidianamente son estigmatizados y señalados como “potenciales peligros sociales” que deben ser controlados. Sin embargo, tal y como la CIDH lo expone en el informe, la realidad difiere de estas percepciones y es mucho más compleja. Las niñas, los niños y los adolescentes de hecho representan uno de los grupos más afectados por diversas formas de violencia y vulneraciones a sus derechos, así como por el actuar del crimen organizado y por las políticas de seguridad ciudadana de carácter represivas.
Los habitantes de algunas comunidades sufren con mayor intensidad el flagelo de la violencia. Las zonas especialmente afectadas son los barrios menos desarrollados, con acceso limitado a servicios básicos, falta de oportunidades y con una escasa implantación del Estado. Son zonas con población en situación de vulnerabilidad que no tienen garantizados sus derechos debido a situaciones estructurales de marginación y exclusión social. Estos factores facilitan el surgimiento y la expansión de grupos que se dedican a cometer delitos y de organizaciones criminales. En adición, los importantes réditos económicos asociados al mercado ilegal de las drogas han contribuido de modo destacado a la expansión de grupos criminales que compiten por este mercado y sus beneficios, lo cual ha desencadenado espirales de violencia por enfrentamientos entre grupos criminales y con las fuerzas de seguridad del Estado. El fácil acceso a las armas de fuego, y el elevado número de ellas en manos de particulares, contribuyen a agravar el clima existente de inseguridad y la violencia.
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