Daniel Salgar, periodista
Foto: Daniel Salgar.
Daniel Salgar, periodista de El Espectador, comparte su experiencia en el campamento de refugiados de Aida, en Cisjordania.
Uno de los primeros lugares que visité cuando fui a Palestina fue el campamento de refugiados de Aida, cerca de Belén. A primera vista, es una zona de bajos recursos, con callejuelas estrechas, grafiti, mucha basura y altos niveles de hacinamiento. Pero no pensarías que estás en un campamento de refugiados si no fuera por la llave gigante que cuelga sobre su entrada.
Esta llave simboliza el deseo de los refugiados de regresar a sus hogares. De hecho, muchos de ellos aún guardan las llaves de los hogares que tuvieron que abandonar, algunos desde 1948, cuando se creó el Estado de Israel y como consecuencia del conflicto Palestina-Israel. En Aida, una gran parte de la población ha vivido como refugiada más de 60 años, y hay generaciones completas que han crecido en este lugar.
Me sorprendió ver personas acostumbradas a vivir en circunstancias tan difíciles pero que aún mantienen viva la esperanza que un día verán satisfecho su derecho a regresar. Si bien por ahora, esto cada vez parece más y más un sueño que el pueblo Palestino tendrá que abandonar.
