La actriz Kristin Davis viajó con ACNUR a Uganda a conocer refugiados del Sudán del Sur. Visitó el asentamiento de Rhino Base camp en Nguara, en el norte de Uganda.

Kristin conoció a Fiona Taba, una mujer de 18 años que es una talentosa costurera y sueña con convertirse en una diseñadora de modas. Luego de llegar a Uganda como refugiada, Fiona recibió una pequeña donación por parte de ACNUR para que se pudiera capacitar como costurera. Al concluir la capacitación, se le entregó una máquina de coser y una pequeña cantidad de dinero en préstamo para su pequeño negocio. Fiona fue a los mercados y compró ropa de segunda mano que reparó, modificó y luego vendió, pero dice que hacer conjuntos nuevos y diseñar ropa nueva es más lucrativo. Fiona tiene un maravilloso cabello moderno azul con amarillo y ama el color, la moda y las telas. Tiene una enorme pizarra llena de ideas para nuevos vestidos y disfruta diseñando vestidos nuevos para sus clientes. “Amo los colores intensos y mirar revistas de moda para tener ideas nuevas” dice Fiona.

Fiona superó muchos obstáculos para alcanzar su meta. Cuando tenía 15 años, mataron a sus padres frente a ella. Su tía la encontró y juntas huyeron desde Sudán del Sur a Uganda. “Nos escondíamos entre los arbustos, comimos pasto y viajamos juntas hasta la frontera. Nos tomó un mes alcanzar la seguridad”. Fiona y su tía recibieron una parcela de tierra en el área de Nguara gracias al gobierno de Uganda, que entrega a los refugiados pequeñas parcelas de tierra para que construyan sus casas y siembren cultivos. Los refugiados también pueden trabajar y desplazarse libremente por el país.

Fiona dice que le encantaría regresar a su hogar pero sabe que no es seguro y le preocupa haber olvidado muchas cosas de Sudán del Sur. En el futuro, quiere construir su negocio y le gustaría regresar a la escuela para estudiar moda y diseño.

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