La historia de Naima Abdullahi, EE.UU.

ACNUR/ E.Hockstein/ 2013

Naima Abdullahi, 36, junto a Teso su hijo de 14 años, en su hogar en Atlanta, Georgia. ACNUR/ E.Hockstein/ 2013

El tío de Naima fue asesinado en Etiopía por su participación en el movimiento Oromo y sus padres huyeron a Kenia como refugiados políticos.

Naima y sus tres hermanos crecieron en Kenia sin poder decirle a nadie que eran refugiados. Se convirtió en un secreto familiar y por años temieron ser descubiertos. Cuando Naima tenía 10 años de edad su familia fue reasentada en San José, California, en los Estados Unidos, con la ayuda del Comité Internacional de Rescate (IRC). Como al principio Naima era la única que hablaba inglés, se convirtió en la portavoz de la familia y asumió muchas responsabilidades a temprana edad. Con el tiempo, su familia se trasladó a Seattle y todos se convirtieron en ciudadanos estadounidenses en 1996.

Naima trabaja desde hace cinco años como asistente social para el IRC en Atlanta.  “Disfruto trabajar con mis clientes, veo a mis padres y a mi misma en ellos”.

Naima planea enfocarse en la salud y bienestar de las mujeres para ayudarlas a tener una voz y a educarlas, de manera que aprendan a cuidar de sí mismas a medida que aumentan sus oportunidades y responsabilidades en Estados Unidos.

“Creo que por ser una refugiada tengo una visión de la vida completamente diferente. Todavía recuerdo dónde estábamos, dónde comencé, la casa en que vivía. Hoy tengo todo al alcance de mi mano. Tengo oportunidades, especialmente como mujer, que no podría haber tenido antes. Puedo hacer que las cosas sucedan, y si las cosas resultan o no depende completamente de mi. Cuando vivía en Nairobi íbamos una vez al año al centro de la ciudad y el ACNUR nos daba cupones para comprar uniformes escolares y mochilas. Esperábamos con ansias este momento. El ACNUR nos registró y nos reconoció el estatuto de refugiado. Mi padre trabajaba con el ACNUR como contratista construyendo escuelas y las veces en que él trabajaba con el ACNUR pasábamos los mejores momentos porque tenía un buen ingreso”.


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