El actor uruguayo Osvaldo Laport viajó a Centroamérica (Honduras y Guatemala) y México con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) a principios de noviembre de 2015 en su calidad e Embajador de Buena Voluntad del ACNUR. Su misión es poner de relieve las historias de mujeres, niños, niñas y familias enteras, tanto deportadas, como en tránsito o en busca de asilo, que huyeron de la escalada de la violencia en sus países de origen, con un enfoque especial en los niños no acompañados y separados. Otro objetivo de la misión de Osvaldo fue visibilizar el aumento de la violencia causada por la delincuencia organizada transnacional en Centroamérica, así como otras formas de violencia, como la violencia sexual y de género, que causan en el desplazamiento forzado de miles de centroamericana y centroamericanos.
“No sólo la violencia hoy día está concentrada en Medio Oriente. Al gran número de refugiados sirios, hay que sumar estos hombres, mujeres, niños, familias enteras que a diario huyen de los países del Triángulo Norte por la violencia causada principalmente por el accionar del crimen organizado transnacional. Una cruda violencia que no deja otra opción más que la de huir de un día al otro, dejando todo atrás y empezando una nueva vida con nada”, dijo Laport.
El ACNUR, que tiene presencia en los países del Triángulo Norte desde 2013, ha conocido casos en los cuales las personas se han visto forzadas a huir internamente de la violencia y la persecución antes de cruzar una frontera internacional para buscar protección. En las misiones de monitoreo en frontera y desde el diálogo con la sociedad civil se han registrado casos de violencia de género e intrafamiliar que afecta gravemente a mujeres, niños, niñas y personas de la comunidad LGBTI. Estas personas, por sus características, pueden ser más vulnerables a la agresión y la violencia.